viernes, 15 de febrero de 2013

Un San Valentín de muerte


Para deporte de riesgo, salir con un tullido. O al menos eso debió pensar Reeva Steenkamp justo antes de fenecer a consecuencia de cuatro balazos de su pareja, el archiconocido Oscar Pistorius. El sudafricano, atleta olímpico y paralímpico, ha sido conocido hasta la fecha por su lucha contra las adversidades y por ser "el pavo sin tibias que corre sobre ganchos". Ahora, parece que su inaudita capacidad de superación le ha llevado a probar suerte en la disciplina de tiro al blanco. Y claro, ¿¡qué mejor sitio para comenzar a entrenar que en casa!?

"¿¿¿Qué te guardas bajo la manga por tu amor para mañana???"
Reeva Steenkamp, modelo y diana casual, publicó en twitter durante la noche del miércoles 13 una frase halagüeña como pocas en la víspera de San Valentín, día de los enamorados. Pues bien, la duda ha sido despejada. Lo que guarecía la manga de su enamorado era una Magnum de 9mm para pegarle tres tiros en la cabeza y uno en la mano (este último un poco raro, ¿no?). 'Desayuno de plomo, el plan romántico que se lleva ahora', casi suena a slogan publicitario emanado de la perturbada mente de Bukowski. O uno de Mediaset, que esta gente está muy sonada.

Osquitar, el tullido celoso
La hermosa Reeva, todo dulzura y amor, decidió dar una sorpresa a su mutilado compañero sentimental el día de San Valentín y sorprenderlo con un bote de 200ml de lubricante sabor vainilla y menta. El favorito de Pistorius para practicar sexo anal. Sin embargo, Oscar aseguraría en su declaración tras ser detenido que confundió a su novia con un ladrón y por eso disparó...4 veces.
No obstante, las versiones barajadas por la policía sudafricana, en estrecha colaboración con el investigador y homosexual reprimido Quim Domenech, apuntan a los celos como leitmotiv principal que llevó a Pistorius a darle al gatillo cosa fina.
Por lo visto, mientras el atleta sudafricano se reventaba en Londres con el doblete de Juegos Olímpicos y después Paralímpicos, ella realizaba su particular tanda de sesiones maratonianas de orgasmos con Quinton van der Burgh, conocido productor de TV.

De guepardo a gacela
Lo más cachondo del asunto es que cuando Pistorius descubrió que su incipiente cornamenta superaba la altura de los ganchos que le permitían correr como un felino, tuvo la brillante idea de amenazar a Van der Burgh...¡con romperle las piernas! Eso es un trauma oculto y lo demás son tonterías.
PD: Reeva estaba a punto de participar en un reality de telebasura sudafricano llamado Tropika Island of Treasure, junto a un montón de raperos gangsta y otras modelos sexys. Si nos quedamos con el lado bueno de las cosas, ahora podrá participar en el Heaven's Island  of Lust, donde podrá satisfacer sus lascivas necesidades fisiológicas y donde a buen seguro no habrá raperos gansta.

La nueva línea de moda del Barça mola bastante

No hay comentarios:

Publicar un comentario